VINCENT VAN GOGH: Obra pictórica completa

Lo reconozco francamente: Personalmente siento que tengo una deuda moral con este hombre y de alguna manera quiero saldarla. Obviamente no soy experto en el arte de la pintura;
simplemente puedo decir "esa pintura me gusta" o "esa pintura no me gusta"... y hasta
allí llega mi capacidad. Pues bien, la pintura de Van Gogh, en general, me gusta. Y cuando a traves de la lectura de una que otra biografía, llegué a conocer un poco más la personalidad de este hombre excepcional, entonces mi afinidad con la pintura de Van Gogh llegó a adquirir rasgos muy personales.
Mediante la publicación de esta compilación de su obra pictórica completa, de alguna manera, como decía al principio, deseo saldar una muy personal deuda que tengo con este hombre cuya vida estuvo marcada por dos constantes y perennnes directrices: un amor inquebrantable a la humanidad (pero no la humanidad abstracta y fría, si no a la humanidad cálida y particular de los seres humanos con quienes se tropezó en su triste vida)y en segundo lugar, una pasion y una entrega total al Arte.

Quiero, además transcribir el artículo que publicó en el diario El Nacional de Caracas de fecha 12 de abril de 1987, el eminente literato venezolano Arturo Uslar Pietri, con motivo de un acontecimiento de por esos días: la venta, en una subasta, de un cuadro de Van Gogh por una cifra realmente astronómica,cifra que el escritor contrasta con la vida diametralmente alejada de todo interés materialista, que vivió el pintor.

El artículo dice así:
" El lunes 30 de marzo de este año, en la deslumbrante sala de ventas de la casa Christie's, de Londres, se sacó a subasta uno de los famosos cuadros que, con el tema de los girasoles, pintó Vincent Van Gogh hace aproximadamente un siglo. La sala estaba repleta de mercaderes de cuadros, de afortunados curiosos, de periodistas, y de alguna de la gente más rica y enjoyada del mundo. Brillaban las luces y los diamantes y todos los ojos se concentraban en el mediano lienzo, todo en gama de amarillo cromo y ocre, que representa un ramo de girasoles en un búcaro. Los años han apagado algo la incandescencia original de la pintura y el grueso empaste muestra resquebrajaduras de sed. En una sucesión rápida y contundente, que algo recuerda el ritmo de los combates de boxeo en Las Vegas, la puja de las ofertas fue subiendo a un ritmo delirante. En la medida en que la cuenta de millones de dólares iba subiendo desaparecían las posturas, hasta quedar tan sólo dos empleados de la firma que se comunicaban por sendos teléfonos con dos remotos y desconocidos aspirantes a adquirir la obra. La galopante puja pasó pronto los 20, los 30, los 39 millones de dólares, hasta ser finalmente adjudicada la obra por la cantidad astronómica de 39.900.000 millones de dólares, es decir, poco menos de cuarenta millones de dólares. Hubo un momento de silencioso asombro y luego estalló un aplauso de circo. No se ha revelado, ni parece que lo será, el nombre del adquiriente. Como si sintiera temor o pudor de haber hecho semejante alarde de riqueza.
No sé si alguien se ha puesto a sacar la cuenta del monto al que resultó vendido el centímetro cuadrado de pintura, ni la cantidad que habrá que pagar en comisiones y seguros para que llegue finalmente a la manos del anónimo propietario, ni menos aun lo que piensa hacer con el objeto de su inaudita compra. Se sirvió champaña, se hicieron declaraciones entusiastas por parte de la casa de subastas y comenzó en todos los espíritus sensibles un angustioso proceso de reflexión.
A la puerta del exclusivo Y, lujoso recinto de la subasta debió advertirse la presencia de un terrible fantasma. La figura de un hombre joven, de aspecto enfermo, la roja barba y el cabello revueltos, una mirada penetrante y fija de obseso, vestido con una blusa de obrero de hace un siglo, al que los uniformados porteros, si hubieran podido distinguirlo, hubieran alejado como una presencia indeseable en una fiesta tan elegante. Era el fantasma de Van Gogh y no podía sino estar allí como un acusador.
Pocas vidas de artista fueron más trágicas y conmovedoras que la suya. La miseria, la soledad, la incomprensión, lo acompañaron continuamente en su corta vida infeliz. Una sensibilidad como la suya no tenía acomodo posible entre la sociedad establecida. Ensaya trabajar en un comercio de arte, piensa en un momento dedicarse a predicar el Evangelio entre los más pobres y desamparados de su Holanda nativa. Pasa por Bélgica, donde comienza a pintar la estampa miserable de los mineros, va a Londres, no existía entonces Christie's, y llega por primera vez a París. Sabe ya que es un artista creador y que no podrá ser otra cosa. Entre 1887 y 1890, de nuevo en Francia, conoce a los impresionistas y a los neoimpresionistas y a a Cezanne, a Seurat, a Gauguin, y se percata de que todavía no se ha pintado la luz. Entre los 34 y los 37 años, en el Sur de Francia, en la más completa miseria y soledad pinta febrilmente, noche y día, centenares de obras que hoy deslumbran en los grandes museos. Cada día se siente más sólo y más incomprendido. Nadie parece interesarse por su obra. A falta de compradores regala cuadros a gentes humildes, pasa una temporada en un asilo de alienados y, finalmente, en el frenesí final de su creación, se suicida en Auvers, a los 37 años. Su modesta tumba quedó junto al muro del cementerio de la pequeña villa. No sé si después de la multimillonaria subasta alguien se acordó de pedir un ramo de flores, acaso girasoles, para llevarlo hasta allí.
En toda su vida no logró vender sino una obra, por un corto puñado de francos. Lenta y tardíamente fue despertándose el interés de los mercaderes de arte y los coleccionistas por las obras del loco. En 1900 se vendieron obras suyas por 1.000 francos, en 1919 llegaron a venderse por 20.000, todavía en 1945 alguna tela suya importante fue comprada por no más de 10.000 dólares.
Ahora en esta escena delirante de la subasta de Christie's, se ha llegado a este precio monstruoso, descabellado, absurdo. La hábil manipulación de los mercaderes de arte y la inmensidad de riquezas acumuladas en algunas manos, no muy responsables, ha permitido que ocurriera este irracional y escandaloso suceso. Alguien, que no debe tener mucha sensibilidad pero sí muy poca comprensión de lo que representa un artista, arrojó 40 millones de dólares como una bofetada al rostro demacrado y triste de Vincent Van Gogh"


FRASES DE VAN GOGH EXTRAIDAS DE SU ABUNDANTE INTERCAMBIO EPISTOLAR CON SU HERMANO THEO VAN GOGH:

"Voy a separarme de todos mis libros de Michelet, etc. ¿Harás lo mismo?
¿Has seguido mi consejo? ¿Te has separado de los libros de Michelet, Renan, etc? [...]. Lee todo eso si puedes. Cambiar de alimentos estimula el apetito"

"A veces conviene ir hacia el mundo y frecuentar a los hombres pues uno se siente allí obligado y llamado, pero el que prefiere permanecer solo y tranquilamente en la obra y sólo quisiera tener muy pocos amigos, es el que circula con más seguridad entre los hombres y el mundo"

"Cuánta belleza en el arte, con tal de poder retener lo que se ha visto. No se está nunca entonces sin trabajo ni verdaderamente solitario, jamás solo"

"El arte es el hombre agregado a la naturaleza"

"Encuentra bello todo lo que puedas; la mayoría no encuentra nada suficientemente bello"

"Pues bien, mi trabajo: arriesgo mi vida y mi razón destruida a medias. -bueno- pero tú no estás entre los marchands de hombres que yo sepa; y puedes tomar partido, me parece, procedente realmente con humanidad"

"Tengo... una terrible necesidad... ¿diré la palabra?... de religión. Entonces salgo por la noche y pinto las estrellas"

"¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?"

"Es necesario haber amado, después perder el amor y luego volver a amar todavia"

"El que vive sinceramente y encuentra penas verdaderas y desilusiones, que no se deja abatir por ellas, vale más que el que tiene siempre el viento de popa y que sólo conoce una prosperidad relativa"

"Es bueno amar tanto como se pueda, porque ahí radica la verdadera fuerza, y el que mucho ama realiza grandes cosas y se siente capaz, y lo que se hace por amor está bien hecho"

"Si se continúa amando sinceramente lo que es en verdad digno de amor y no se derrocha el amor en cosas insignificantes y nulas e insípidas, se logrará, poco a poco, más luz y se llegará a ser más fuerte"


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